Mucho más que símbolos que expresen cantidades, medidas o magnitudes se han convertido en representación de diversas ventanas de este universo en que vivimos.
Números mágicos, científicos, míticos, tradicionales, lúdicos, matemáticos … de todos los colores y desde las más lejanas culturas.
Hay muchísimo publicado de lo que han significado y múltiples experiencias vividas junto a ellos.
No os voy a contar la mía propia, pues me llevaría a las sombras de mi sistema educativo…
Vistos desde el paradigma numerológico son una hermosa y magnífica concreción de las vibraciones que nos regala la vida. Y como es arriba es abajo, la música de las esferas nos arrulla de tal forma que podemos comprobar sus caricias a lo largo de nuestra vida leyéndola en los números que nos acompañan desde nuestro nacimiento.
Esa fecha, que celebramos a pesar de lo que significa el paso del tiempo, nos ayuda a conocernos si sabemos entrever sus recovecos.
Un número clave que recibe diversos nombres como el del alma, el del destino o el de nuestra profesión es el que obtenemos sumando día, mes y año de nacimiento.
La cosa es que vamos a jugar con el resultado de sumarlos hasta reducirlos a una sola cifra ya que aquí la clave está en el paseo desde el 1 al 9, ya que el 0 nos evoca el Vacío, lo divino, y cuando aparece se convierte en el apoyo del Padre
Numerólogos los hay, que tienen en cuenta las parejas numéricas, pero eso lo dejaremos para mejor ocasión.
Del 1 al 9 son más que suficientes para crearte tu propia carta numérica o numerología.
Tu día de nacimiento te va a indicar tu personalidad o cómo te ven los demás, tus actitudes en las relaciones.
El mes en que naciste te lleva a lo que llaman tu karma, palabra de origen sánscrito sobre la que se han vertido muy diversas interpretaciones. La numerología del alma la resume muy acertadamente como uno de los retos que venimos a vivencia en esta aventura que es la vida.
El año natal te indica otra posibilidad a tu alcance, para vivir esta aventura.
Las dos últimas cifras del año en que nacemos nos informa de uno de los grandes dones con los que contamos para disfrutar aquí y ahora.
Hay muchos números que nos acompañan en este viaje. Lo que pasa es que con estos y el de las relaciones tenemos más que suficientes para comenzar.
Suma tu número del alma y el de tu pareja y ahí tienes la vibración conjunta…
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